El «brainstorming» es probablemente el método más conocido para alumbrar nuevas ideas, pero lo cierto es que el corazón de la creatividad palpita más allá de las tradicionales lluvias de ideas. Ahí fuera hay decenas y decenas de ejercicios para hacer fluir los jugos creativos que son tan buenos (o mejores) que el «brainstorming» de toda la vida. A continuación, y de la mano de HubSpot, repasamos algunos de esos ejercicios:
1. El método del «storyboarding«
Este ejercicio consiste en algo tan fácil (y eficaz) como escribir ideas individuales (no necesariamente completas ni desarrolladas) sobre post-it y tratar después de ordenar, esta vez ya en grupo, las ideas engendradas previamente de manera individual.
2. El método de las conexiones forzadas
Para poner en marcha este ejercicio de brainstorming, que puede llevarse a cabo tanto individualmente como en grupo, hay que escribir sobre una pizarra dos listas de objetos totalmente desprovistos de conexión entre sí, elegir dos o más objetos y tratar de buscar maneras de conectarlos.
Aunque los resultados conseguidos con esta técnica son a menudo absolutamente disparatados, este ejercicio es una magnífica manera de deshacer “nudos” creativos.
3. El método del “brain-writing”
En este ejercicio de brainstorming, que debe practicarse en grupo, a los participantes se les encomienda que escriban sobre una hoja de papel sus ideas (no elaboradas) para dar solución a un problema.
A continuación, todas y cada una de las hojas de papel pasan de mano en mano y son leídas con atención por todos los participantes, que deben completar con sus propias ideas la idea inicial allí esbozada.
Este método es ideal para lograr que todas las ideas sean escuchadas y evitar que una única persona lleve la voz cantante, como sucede tan a menudo en las sesiones de “brainstorming”.
4. El método del borrador cero
Muy utilizado por los escritores, este método es también muy útil para los creativos y los marketeros cuando están enfrascados en las primeras fases de un proyecto.
El método del borrador cero consiste es elegir un tema, escribir todo lo que sabemos sobre él, anotar después lo que necesitamos o queremos saber sobre ese tema, reflexionar sobre los motivos por los que el tema que tenemos entre manos es importante y añadir a continuación todo las ideas (por locas que sean) que acudan a nuestra mente.
5. El método S.C.A.M.P.E.R.
El método S.C.A.M.P.E.R. es una manera de abordar las ideas que tenemos sobre la mesa desde perspectivas diferentes a fin de enriquecerlas.
El objetivo es sustituir (S), combinar (C), adaptar (A), modificar (M), proporcionar otro uso (P), eliminar (E) y reorganizar (R) las ideas previamente pergeñadas.
6. El método de cuestionar suposiciones
Las suposiciones, todas aquellas que damos por ciertas y a las que nos agarramos como un clavo ardiendo, son a veces veneno para la creatividad.
Por eso, cuando nos enfrentamos a un proyecto creativo, es muy útil escribir todas aquellas suposiciones relacionadas con ese proyecto y tratar de cuestionarlas una a una.
7. El método de los deseos
Este ejercicio, que alienta la imaginación de quienes lo practican, consiste en pensar sin ningún tipo de cortapisas en las soluciones más inimaginables (y descabelladas) para dar solución a un problema.
En una segunda fase, hay que seleccionar los mejores deseos, discutirlos en detalle y pulirlos para convertirlos en ideas realistas.
8. El método de los alter ego
En este ejercicio hay que tratar de ponerse en los zapatos de otras personas (superhéroes, por ejemplo) para dar solución a los problemas que tenemos enfrente.
Para llevar a la práctica esta técnica podemos meternos en la piel de personas realmente idóneas para solventar el problema que nos acucia o también en la piel de personas a todas luces inadecuadas para explorar nuevos puntos de vista.
9. El método del “group sketching”
No hace falta ser ni mucho menos un artista para beneficiarnos del “group sketching”
En este ejercicio los participantes deben dibujar sobre una hoja de papel una imagen directamente relacionada con el problema que hay que solventar.
Después los dibujos pasan de mano en mano y los participantes los completan con sus propias ideas visuales. ¿El objetivo? Ver las cosas desde ángulos diferentes.
10. El método de los seis sombreros para pensar
Esta técnica, alumbrada por el escritor y psicólogo maltés Edward de Bono allá por el año 1985, consiste en que los participantes asuman seis roles diferentes (el de la lógica, el del optimismo, el de la negatividad, el de la emoción, el de la creatividad y el de la dirección) a la hora de discutir un problema.
Todos estos métodos suponen buenas alternativas, pero si tu primera opción siempre es un buen brainstorming no te olvides de contar con las tres personas necesarias para que las ideas fluyan. ¡Suerte!
Colaboración: www.marketingdirecto.com