Cuando nos disponemos a diseñar cualquier tipo de material gráfico destinado a ser utilizado como elemento publicitario, debemos tener en cuenta una serie de cuestiones con el objetivo de mejorar la comprensión, la comunicación y la experiencia de usuario. El diseño es una de las asignaturas pendientes en el ámbito del buzoneo, ya que muchas veces se busca antes la optimización del espacio y del uso de papel que otras cuestiones como la apariencia.

En un proceso de diseño debemos tener claros una serie de puntos que nos ayudarán a distribuir mejor el contenido y a mejorar la experiencia de usuario.

1 – La imagen

Las imágenes a utilizar deberán ser de la mayor calidad posible. Productos demasiado pequeños o pixelados pueden hacer que el consumidor encuentre obstáculos en la lectura.

2 – La tipografía

En general, podemos aplicar la máxima de utilizar como mucho dos tipografías, una para títulos o para contenidos más llamativos como los precios y otra para los textos.

3 – Los márgenes

Los márgenes deben establecerse al comenzar a diseñar y deben respetarse a lo largo del soporte. Deben estar definidos y ser tenidos en cuenta.

4 – Claridad y orden

Los contenidos deben diferenciarse y debe existir un orden claro que permita distinguir sin esfuerzo a qué imagen corresponde cada texto y viceversa.

Diseñar un catálogo publicitario

Si nos centramos en el diseño de un catálogo, existen conceptos más específicos que aplican especialmente a este tipo de soportes de varias páginas.

5 – Clasificación de contenidos

Debemos tener claro qué se va a presentar en el catálogo antes de comenzar a diseñar. Un catálogo desordenado puede producir una sensación de caos.

Una vez clasificados los contenidos, podemos establecer un índice que facilite la navegación por las diferentes secciones y páginas del catálogo.

6 – Jerarquía

No todos los contenidos serán igual de importantes. Los más relevantes pueden ocupar espacios destacados, mientras el resto puede aparecer con el formato más estándar.

7 – Presentación de los productos

Los productos del catálogo pueden aparecer recortados, con un fondo limpio, o bien integrados en un contexto. No existe opción mejor o peor, pero es recomendable fijar una norma al respecto.

8 – Ritmo

Se puede generar un ritmo homogéneo a lo largo de todo el catálogo a través de elementos comunes en su maqueta. Romper el ritmo, por supuesto, ha de hacerse dentro de un orden y teniendo en cuenta la clasificación.

Diseñar un folleto publicitario

Si nos referimos a un folleto, lo primero que debemos tener en cuenta es que estamos trabajando con formatos más pequeños, en los que la cantidad de información, así como la concisión de la misma requerirán de nuestra atención detallada.

9 – Visualizar la estructura

El diseñador ha de tener claras las características físicas del folleto y cómo el usuario navega a través de él. Por ejemplo, en un tríptico, la portada es lo primero que se ve, seguida de la pala derecha, del interior y por último de la contraportada.

10 – Jerarquizar los contenidos

Siguiendo con el ejemplo del tríptico, la portada, la pala derecha y la cara interior tendrán funciones distintas que, desde el diseño, habrán de tenerse en cuenta. En este ejemplo, la portada serviría para captar la atención, la primera apertura para exponer una parte del contenido principal y el interior completamente abierto para informaciones más amplias. Por último, el usuario acudirá a la contraportada buscando los datos de contacto de la empresa u otras informaciones prácticas de este tipo.

Colaboración: www.marketingdirecto.com