Hace poco, el Foro Económico Mundial (WEF) declaró que habría más plástico que peces en el océano para 2050, alertando al mundo entero sobre el problema de la contaminación de nuestros mares. Y no hablamos sólo de islas de plástico flotando a la deriva, hablamos también de los microplásticos, una amenaza invisible que surge de esos mismos residuos que vagan por entre las olas sin rumbo. De hecho, en abril del año pasado supimos que ya se habían contabilizado aproximadamente más de 330.000 millones de kilos de plástico flotando en el mar, hasta producir su propio sonido característico.
Ante la extrema gravedad de la situación, YouTube, Google, Tribeca Enterprises, la ONU y Goodby Silverstein & Partners llegaron a un acuerdo para colaborar y producir el documental “Life Below Water: The Arrival of a New Species”, narrado además por la espectacular voz del actor Morgan Freeman. “Dominando cada rincón del océano, sus nuevos e inesperados habitantes han comenzado ya a dejar su huella imborrable en la vida submarina” comienza Freeman, para continuar diciendo que “no tienen cerebro, dientes o sistema nervioso, y sin embargo viajan cientos de miles de millas, y vivirán durante miles de años entre nosotros“.
Obviamente, el actor estadounidense se refiere a esos mismos plásticos, tratándolos como una nueva especie de organismo de forma melodramática, aunque no solo como un recurso narrativo, sino como una forma útil de distinguirlos. De hecho, sin ir más lejos, durante una exposición oceánica en el Museo de Historia Natural de París el pasado invierno, diversos expertos no dudaron en catalogar los microplásticos como una nueva especie de microplancton, casi como una nueva base fundacional del círculo de la vida marina actual.
El propio plancton come microplásticos, así como los peces, las ballenas y otros depredadores de mayor tamaño se los comen a ellos, y como nosotros nos los acabamos comiendo en nuestro día a día. Se funden con el suelo y con los árboles, acaban con la vida de muchas criaturas, y marcan su existencia en caso de sobrevivir a ellos para siempre. Además, sus verdaderos efectos se desconocen, pues no podemos procesar esas sustancias de forma natural, ni sacar nutrientes de ellas, de forma que únicamente contaminan nuestra existencia. Es más, el año pasado un estudio de Consumer Reports aseguró que los estadounidenses ingerían más de 74.000 partículas de microplásticos al año, 5 gramos a la semana según las estimaciones de WWF y la Universidad de Newcastle en Australia, el equivalente a una tarjeta de crédito.
“Life Below Water: The Arrival of a New Species” cuenta con varias piezas de apoyo de menor duración, que forman parte de lo que la agencia GS&P considera “una secuencia creada para provocar, amplificar y dar eco a este problema. Estos teasers generan interés en el documental al completo, mientras van dejando pistas y mensajes clave para aquellos que se salten la pieza final”. Según explica Christine Chen, partner and head of communication strategy en GS&P, “nuestros periodos de atención cada día son menos duraderos, y una gran mayoría de las visitas en YouTube corresponden a dispositivos móviles, por lo que esta aproximación secuencial a la historia completa nos ofrece la posibilidad de contar historias de forma más sencilla“.
Colaboración: www.marketingdirecto.com