6 claves para pillar a los influencers que sufren el síndrome de Pinocho

Los influencers pueden ser una auténtica ayuda para generar engagement. Pero también pueden ser una piedra en el zapato si los anunciantes se topan con las manzanas podridas.

El influencer marketing puede ser un aliado de valor incalculable. Permite a las marcas asociarse con personas que tienen un alto nivel de engagement con la audiencia y cuyos mensajes resuenan mucho más que los de cualquier gran celebridad, gracias a la sensación de cercanía que ofrecen. Pero, como en todos los sitios, hay manzanas podridas. Se trata de los falsos influencers, que compran likes y seguidores para, precisamente, llamar la atención de los anunciantes.

En estos casos, el dinero invertido en el influencer marketing cae en saco roto, como recuerda TheNextWeb.com. Y no solo el dinero, también el tiempo. Y el tiempo, al fin y al cabo, es oro. Por ello, si planea trabajar con un influencer de Instagram, esto es todo lo que debería comprobar antes de tirarse a la piscina:

1- Evaluar su nivel de engagement

Es fácil hacer un juicio de los influcencers a través de su número de seguidores, likes y comentarios. Es cierto que todas ellas son señalas bastante útiles para comprobar que un influencer es de fiar, pero también los ratios de engagement son clarificadores.

Por ejemplo, el engagement medio en Instagram fue el 2,7% en 2017, así que todo lo que esté por encima de ese número es una buena señal. Pero, realmente, no necesitas hacer demasiados cálculos. Un vistazo rápido puede mostrar si es real o no.

Si un influencer tiene miles de seguidores pero sus posts no reciben likes, algo falla. Si el influencer en cuestión tiene un número de likes impresionantes en un post de ayer, pero tan solo unos pocos en los de hace un mes o más, también huele mal. Todas ellas son señales de que ese influencer consigue las cosas a base de talonario.

Otra forma de comprobarlo es ver las cuentas que dan like en las fotografías más recientes. Si tienen nombres raros, como mamachka10874, o no tienen fotografía de perfil, es muy probable que los seguidores o los likes se hayan comprado.

2- Comprobar que su comunidad es activa

La comunidad es clave cuando se evalúa a un influencer. Los anunciantes deben asegurarse de que la conversación entre el influencer y su comunidad es verdadera. Es decir, que la mayoría de comentarios son genuinos, y no spam con comentarios o emojis. Y, en el mismo sentido, que el influencer conteste con algo más que un simplón “gracias”.

La gente que comenta debe sonar como gente real. Si la conversación suena verdadera, probablemente el influencer también lo sea. Si, en cambio, los comentarios no se adecuan al contexto, es probable que sean bots.

Obviamente, las grandes cuentas atraen grandes spammers. Esto no significa automáticamente que el influencer sea falso, pero es una buena forma de hacerse una idea.

3- Asegurarse de que tenga un crecimiento estable

Se aplican las mistas reglas al crecimiento que a la actividad de la cuenta. Un enorme pico de seguidores en tan solo un día resulta sospechoso. Lo mismo se puede decir de una caída enorme de seguidores en el mismo periodo de tiempo. Las cuentas bots no pueden ser influidas y con ellas no se puede tener engagement. Así que, en estos casos, es mejor correr.

Es posible conseguir muchos seguidores de forma orgánica, pero es complicado desde que Instagram dejó de mostrar sus posts de forma cronológica en el feed. Como regla general, un crecimiento de un influencer real es consistente. No se trata solo de números. Un influencer con 5.000 seguidores puede ser mejor opción que uno con 500.000 bots.

Como ocurre con todo en la vida, la calidad es mejor que la cantidad. Pero los instagramers más listos también pueden comprar seguidores de una estable en el tiempo. Por eso, revisar el engagement es tan relevante también.

4- Una búsqueda rápida en Google puede servir

Una búsqueda en Google es, prácticamente, la solución a todas las respuestas del Universo. Bueno, quizás no tanto, pero sí que puede ser útil en estos casos. Buscar el nombre de los influencers puede arrojar una idea de cómo es, dentro y fuera de Instagram. Esto permitirá valorar si es bueno colaborar con él. Quizás tenga una audiencia leal en otras redes sociales, como Facebook, Twitter o YouTube. Tener una gran presencia en estas redes sociales puede ser un buen indicador de autenticidad.

5- Echar un vistazo a lo que están promocionando

Mirar los posts con etiquetas como #spon, #sponsored o #ad y revisar con quién ha colaborado previamente los influencers. ¿Son estos productos consistentes con su marca personal o ponen su nombre prácticamente en cualquier producto? Si hace esto último, lo mejor es huir.

Un buen influencer es selectivo con lo que promociona, porque valora su marca personal y conoce a su audiencia. Un influencer que no se respeta a sí mismo o que promociona algo que a su audiencia no le interesa puede hacer que las relaciones se dañen.

6- Pedir pruebas

Finalmente, no está de más preguntar por los resultados de colaboraciones previas con otras marcas. Más todavía, la responsabilidad de evaluar la campaña no recae exclusivamente sobre los influencers. Las marcas también deben medir las campañas.

Un buen influencer debería ser capaz de respaldar su valía, aunque sea con algunas estadísticas, como el número de seguidores que la marca con la que colaboraron obtuvo, el tráfico de referencia generado para sitios externos, etc.

Colaboración: www.marketingdirecto.com