Obsesionados durante mucho tiempo con los millennials, los marketeros deben apresurarse a posar su mirada, y hacerlo de manera urgente, en los centennials (también conocidos como Generación Z).
Sobre la Generación Z y sus hábitos online (a menudo desconocidos) ha versado precisamente la ponencia que Taylor Lorenz, redactora de The Atlantic, ha pronunciado hoy en el marco del festival Online Marketing Rockstars (OMR).
Un lugar donde los centennials pasan buen parte de su tiempo es Instagram, pero lo cierto es que la Generación Z utiliza esta red social de manera bastante diferente a la generación precedente, advierte Lorenz.
“Cuando pensamos en Instagram, nos viene a menudo la imagen de un café con leche perfectamente coreografiado. Sin embargo, la gente joven, en particular los adolescentes, ya no utilizan Instagram en clave estética, y con el ‘postureo’ como telón de fondo. Usan esta red social fundamentalmente como herramienta de autoexpresión”, dice Lorenz.
Instagram no gira única y exclusivamente en torno a las fotos(o al menos no lo hace para la Generación Z). En Instagram los centennials “chatean y aprovechan para autoexpresarse fundamentalmente en formato texto”. Las fotos perfectas y fruto del “postureo” puro y duro son cosa del pasado, señala.
Adiós a la perfecta (y artificiosa) estética de Instagram
“Para la gente joven Instagram es una utilidad. Y la mayoría utiliza esta aplicación como una app para chatear”, constata la redactora de The Atlantic.
Instagram es para la Generación Z una suerte de híbrido entre una lista personal de contactos, una aplicación para fiestas y eventos y una plataforma para compartir material escolar (y también memes por supuesto), enfatiza Lorenz.
Para la Generación Z uno de sus principales divertimentos en Instagram son los influencers, que son portadores de muchísimo engagement en términos potenciales.
En tanto que dueños y señores de muchísimo engagement, los influencers deben recibir el apoyo (financiero) de las marcas si éstas desean sacarles de verdad todo su jugo. “Es importante remunerar adecuadamente a los influencers”, destaca.
Instagram no es, de todos modos, la única obsesión 2.0 de la Generación Z. “En los días lectivos Google Docs es, por ejemplo, la app para chatear de más relumbrón entre los centennials”, señala Lorenz.
Colaboración: www.marketingdirecto.com